Escribe tus objetivos
Las personas que anotan sus objetivos en un papel tienen más probabilidades de cumplirlos. Usa un diario o resume tus objetivos en una ficha y llévala siempre encima.
Tómate tu tiempo
Si tu vida es tan caótica y estresante que no sabes cuáles son tus objetivos, necesitas un descanso. Dedícale algo de tiempo cada día, aunque solo sean cinco minutos, solo, lejos del mundanal ruido, actividad e interrupciones. Con el tiempo, tus ideas comenzarán a formar esquemas y tus deseos irán tomando forma.
No censures tus sueños
Sean cuales sean tus sueños, aunque parezcan inalcanzables, concédeles tiempo y anótalos en tu diario de objetivos. Eso sí, sé concreto.
Desglósalos
Aquellos que saben gestionar bien su tiempo saben que una de las mejores maneras de terminar un gran proyecto es dividiéndolo en partes más manejables. Anota los pasos que debes dar para alcanzar tus objetivos. Incluso si no los sabes todos, anota los que sí sepas. Los demás vendrán solos.
Piensa en positivo
Incluso si no estás seguro de si podrás cumplir tus objetivos, mantén siempre una actitud positiva.
Desafía al espíritu crítico que llevas dentro cuando diga "no puedo". Encuentra una manera de convertir los obstáculos en ventajas. Utiliza tu singularidad para triunfar.
Da un paso, cualquier paso
Cuando haces algo, por pequeño que sea, los engranajes del universo se ponen en marcha, y ese primer paso acaba dando lugar a todos los demás. Ponerse en marcha es esencial para alcanzar nuestras metas aunque al principio no vislumbremos el resultado final.
Mira atrás
Anota tu progreso en tu cuaderno de objetivos. Escribir los logros que vas consiguiendo te ayuda a incentivarte y te prepara para los siguientes pasos.